Jul 19, 2016
Fue un día atípico en ambas ciudades. Los aficionados madrugaron e incluso durmieron en los exteriores de la alcaldía de Rumiñahui para conseguir una entrada a la final de la Copa Libertadores.
En la plantilla de Independiente del Valle reina la calma a pocas horas de la primera final en el estadio Olímpico Atahualpa. Para Repetto, los colombianos son favoritos por su regularidad en el torneo continental.
Sangolquí amaneció a un ritmo diferente del habitual, a pocas horas de la primera final de la Copa Libertadores de América entre Independiente del Valle y Atlético Nacional de Medellín.
Los sangolquileños que siguen a Independiente del Valle están pendientes de la actualidad de su equipo y también pugnaban por conseguir una entrada.
En la zona se dispusieron dos lugares para expenderlas: en el centro comercial San Luis del municipio de Rumiñahui, y en el Quicentro Shopping de Quito.
Ambos sitios lucieron abarrotados de gente desde la mañana, pero no solo eran aficionados de los ‘negriazules’, sino también de otros equipos, pues había camisetas de Liga de Quito, Barcelona o Emelec.
Uno que otro aficionado colombiano también se hizo notar en la fila que no avanzaba con fluidez. Después de 8 años, un equipo ecuatoriano volverá a disputar la final del torneo continental.
Juan Estévez, aficionado ‘albo’, recordó por lo que pasó cuando su equipo llegó a la final de 2008. “No creo que existió tanto revuelo como ahora.
La gente de muchos equipos está con Independiente, algo que era impensado. Por eso ahora todos queremos estar en el estadio, porque es algo histórico”.
Él asistió desde las 08:00 al centro comercial, pero hasta las 11:00 ni siquiera alcanzaba a llegar a la puerta principal de acceso.
Esperaba, en un par de horas más, lograr las 5 entradas que la organización permitía adquirir a cada aficionado.
Los negocios en los alrededores no faltaron, pues la espera se presagiaba larga para los hinchas. Había espacio para la venta de helados, bebidas, sánduches, jugos e incluso apareció un vendedor de réplicas de zapatos deportivos de una marca norteamericana, que vendía a $20 cada par.
El intenso sol de la mañana obligó a los asistentes a refrescarse con lo que estaba a la mano y a cada paso que avanzaba la fila buscaban la sombra.
Algunos llevaron paraguas, bancos y hasta incluso colchones pequeños para descansar. Los revendedores también empezaron a aparecer, mucho antes de que la mayoría tuviera un boleto. Por ejemplo, la general que costaba originalmente $10 podía conseguirse en $40.
Pocos se acercaban a los revendedores, pues tenían la esperanza de adquirir su pase en la boletería que se dispuso en el lugar.
En Sangolquí, todo se desarrolla alrededor del equipo que dirige Pablo Repetto. Frente al San Luis, un grupo de niños y jóvenes se entrenaban en uno de los cursos vacacionales impulsados por el club.
Con la camiseta negra y azul intentaban emular a Júnior Sornoza o a José Angulo, dos de los más destacados del plantel. “Ojalá el ‘Tin’ (como se lo conoce a Angulo) pueda hacer 2 goles en la final.
Fue un golazo el que le hizo a Boca Juniors”, contó Christian Romero, de 7 años, uno de los niños que asiste al vacacional.
En el redondel que divide el centro comercial de la cancha del curso, una vendedora comerciaba banderas y camisetas de Independiente del Valle.
Tenía una que combinaba la mitad de la camiseta del equipo del Valle con la otra mitad de la indumentaria de la selección ecuatoriana de fútbol. “Es la que más se ha vendido”, resaltó.
A pocos kilómetros de ahí, en el municipio de Rumiñahui, el panorama fue similar, pero más desorganizado. La Policía trató de controlar a los aficionados, que también durmieron en el exterior, pero por momentos no lo logró.
Incluso un aficionado fue detenido por intento de agresión a un miembro de la Policía. La barra organizada del equipo ‘Locura del Valle’ tiene previsto reunirse hoy para definir cómo recibirá a su equipo en el estadio Olímpico Atahualpa.
El jefe de la barra, Edwin Cantuña, pretendía comprar una entrada para sus familiares en el Municipio, pero no lo consiguió.
Mientras que Marco Sandoval, quien fue fundador de la desaparecida barra de ‘El Rey’, asistirá con seguridad al Atahualpa y procurará viajar a Medellín para ver la gran final en el estadio Atanasio Girardot.
El valor del viaje, que bordea los $900, es uno de los obstáculos para él, pues considera que es demasiado elevado. “Si hemos ido al exterior durante toda la campaña de Independiente (con su familia), espero que la final no sea la excepción.
Ese valor es el que pagamos para ir a Argentina, pero ahora me parece que han exagerado los precios de los paquetes”, señaló.
Tranquilidad en el equipo
Mario Alcócer, utilero de Independiente y más conocido como ‘Júnior’, grita con fuerza que nadie podrá ingresar ni a la residencia, ni a secretaría, ni a ningún lugar del complejo del club.
Después de la atención a la prensa de ayer, lo único que quiere Pablo Repetto es privacidad. 40 minutos antes, un desfile de automóviles de todo tipo se ve en la entrada al complejo de Independiente, ubicado en el sector de Chillo Jijón.
Los medios esperaban ansiosos por conseguir las declaraciones de los futbolistas en el último día de atención a la prensa.
Uno de los primeros en llegar fue el delantero José Angulo. El ‘Tin’ no le dio mayor importancia a los últimos rumores que lo vinculan con el Atlético de Madrid y el Sevilla de España ahora solo se enfoca en el partido y lo afronta con calma. “Yo me ponía nervioso cuando iba a jugar las finales con los equipos de las formativas. Ahora ya no; ustedes (los periodistas) me ven, estoy muy tranquilo y el equipo está centrado en conseguir la Copa”, indicó con soltura.
Su compañero, Mario Rizotto, coincidió en ese aspecto con Angulo, pues para él, luego de llegar a la final, el único objetivo será el título. “Hay que apuntar a lo más alto”.
Haber llegado a la final nos llena de orgullo y hay que luchar por ganarla. Tapamos muchas bocas”, dijo el uruguayo en referencia a que antes de la semifinal contra Boca Juniors, la prensa argentina daba por clasificados a los ‘xeneizes’. “¿Qué pasa aquí? ¿Por qué hay tanta prensa? Parecería que este equipo fuera a jugar una final”, bromeó Jheovanni Ibarra, preparador de arqueros del club, antes de ingresar a la cancha de entrenamiento.
Repetto contó que por la mañana pasó por el centro comercial San Luis y le sorprendió la cantidad de gente que estaba haciendo fila para comprar un boleto. “Sin el apoyo de la gente no habríamos llegado hasta estas instancias”.
El entrenador uruguayo recordó que en la Copa el favoritismo siempre estuvo del lado de sus oponentes, pero a pesar de aquello lograron superar cada instancia. “En la previa del partido ellos son favoritos, pero el mejor será el campeón de la Libertadores. En una final ningún equipo se confía”.
Los hinchas pidieron mejor organización en la venta de entradas en la capital
Una sola ventanilla dedicada a la venta de entradas en Quito resultó muy poco para la cantidad de personas que se acercaron a adquirir los boletos.
La expectativa que generó el partido de ida de la final de la Copa Libertadores de América de 2016, a jugarse mañana, fue tal que hubo cola desde las 19:00 del pasado domingo y se extendió por todo el contorno del centro comercial Quicentro Norte.
Miles de aficionados se apostaron en el sector a la espera de ser atendidos. La única ventanilla abrió a las 11:00 de ayer y generó las quejas de los hinchas, quienes reclamaban mayor control policial ante los ‘colados’.
Para el efecto, en los alrededores rondaban 250 uniformados. La demanda de los tiques hizo que sobre la marcha se cambiaran las primeras disposiciones: en lugar de expender 2 boletos por persona a quienes no acudieron a los otros partidos de Independiente del Valle en el estadio Atahualpa se les vendió solo 1.
Lo que sí se cumplió fue la venta de 5 entradas a cada espectador que tuviera registro de haber acompañado al club en los lances de octavos de final, cuartos o semifinales.
Otras quejas provinieron de ciudadanos colombianos, a quienes no les ofertaban boletos. Para distinguir la nacionalidad, los responsables de la ventanilla pedían la cédula a los compradores. “Esto es xenofobia.
Viajamos desde el sábado con algunos parceros desde ‘Medallo’ (Medellín) y nos dicen que no hay entradas para colombianos. ¿Para qué nos dejan hacer cola, entonces?”, manifestó Mauricio Candongas, hincha del Atlético Nacional, el otro finalista del certamen.
No faltaron los llamados de atención de las personas con discapacidad, pues no había una ventanilla exclusiva para sectores de atención prioritaria. “Padezco anquilosis articular y me tocó esperar una hora para que me dieran paso; creo que deben tener más sitios para agilizar la venta a tanta gente”, razonó Santiago.
Algunos fanáticos pidieron permiso en sus trabajos para acudir a buscar los boletos, pero se fueron porque no les alcanzó el tiempo.
En la fila estaban hinchas de todos los equipos locales, quienes coincidían en felicitar la labor del ‘Rayado’ en el torneo internacional, pero, sobre todo, aplaudían la iniciativa de donar sus recaudaciones a los damnificados del terremoto que afectó a varias provincias del país el pasado 16 de abril.
Lo único malo, coincidieron varios, es el ‘maltrato’ en la venta de los boletos para la final. Marcelo Almendáriz, ingeniero en administración, es hincha de El Nacional, pero respalda la labor de Independiente del Valle.
Lamentó que el expendio de tiques se haya complicado. “No comprendo; deberían venderlos por internet y evitarnos tanta molestia. Las entradas al cine, los boletos de avión se venden por internet… hay que modernizarse.
Si compráramos mediante una página web no haría falta retirar los boletos porque podríamos imprimir la entrada con un código de barra único y sería imposible falsificarla”.
Respecto al ánimo, existe gran optimismo en la parcialidad ‘tricolor’. La sorprendente campaña del equipo ‘negriazul’ llena de confianza a los amantes del fútbol.
Ramiro Vasco y sus 2 hijos, Alexander y Carlos, creen que el representativo ecuatoriano alzará la copa más importante del continente a nivel de clubes. “Soy de Sangolquí e hincha de El Nacional, pero he estado atento a los logros de este equipo, sobre todo a su espíritu solidario.
Existe la capacidad de ser campeones en sus jugadores, cuerpo técnico y directivos”. Edwin Jácome sigue al IDV desde hace 3 años, nunca le gustó ningún otro club ecuatoriano, pero el ‘Rayado’ lo sedujo por su visión empresarial, su responsabilidad social con las formativas y el pago a sus jugadores de sueldos acordes a las posibilidades de la institución.